“¿Serán nuestros sonidos los únicos que en breve podremos escuchar en el océano?”
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El Center of Hearing and Communication (CHC) proclamó el “Día internacional de concienciación sobre el ruido” en 1996, celebrándose el último miércoles de abril de cada año con el fin de alertar y crear conciencia en la población sobre los riesgos que tiene el ruido para el trastorno auditivo y su impacto en la salud.

Comunidad V eco (2019), cataloga al ruido como un sonido inarticulado, sin ritmo ni armonía, siendo confuso al grado de generar una sensación desagradable, por lo cual se cataloga como un agente contaminante invisible.

Este tipo de contaminación es capaz de propiciar efectos negativos fisiológicos y psicosomáticos en las especies.  En los seres humanos la exposición prolongada a ruidos que sobrepasen los 80 decibeles puede ocasionar la pérdida permanente de la audición; sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece daños graves con consecuencias irreversibles a partir de los 70 decibeles. Ahora bien, ¿Cómo afecta esta composición de sonidos inarticulados a otras especies?

Núñez (2019), argumenta que la contaminación acústica amenaza la supervivencia de más de 100 especies, en las que se incluyen especies terrestres y acuáticas como los anfibios, artrópodos, aves, peces, mamíferos, moluscos y reptiles.

Figura 1. Efectos de la contaminación acústica en diversos grupos taxonómicos.
SMDH: Diferencias de medidas estandarizadas, con intervalo de confianza (IC) del 95 %
Fuente: Hansojoerg, 2019.

En la Figura 1, se muestran los grupos taxonómicos evaluados en el estudio de los efectos del ruido antropogénico en los animales: un metaanálisis. Hansojoerg Kunk, profesor de comportamiento animal en la Universidad de Queen comenta que hay evidencia clara de la afectación del ruido en las especies, y que dentro de los grupos taxonómicos evaluados no se encontraron diferencias significativas en las respuestas de los organismos ante el ruido. Se sabe que los grupos taxonómicos con más afectaciones son los moluscos y los mamíferos con un SMDH de 3 a comparación de las aves y los anfibios con un valor de 1, con afectaciones de 0.5 a 0.75 en la mayoría de los grupos. No obstante, Núñez (2019) refiere que se pueden presentar las mismas afectaciones cambiando la intensidad de la afectación y/o incidencia de al menos:

  • Hipoacusia;
  • Cambios en la regulación del sistema nervioso central;
  • Cefalea;
  • Alteración del sueño;
  • Estrés;
  • Alteraciones momentáneas en la conducta, como irritabilidad;
  • Fatiga, neurosis y depresión;
  • Alteración del sistema circulatorio y digestivo;
  • Aumento de secreciones hormonales (tiroides y suprarrenales), así como;
  • Disfunción sexual.

¿Cómo es que el ruido se convirtió en una amenaza para la supervivencia de las especies? Diversas especies dependen de las vibraciones (señales acústicas) para comunicarse o incluso para encontrar alimento. Núñez (2019), da a conocer que la contaminación acústica ahoga estos mensajes y los apaga o no llegan a sus receptores, por lo que se dificulta la capacidad de reproducción o alerta del peligro mortal, amenazando la supervivencia y la estabilidad de la población. También acrecienta la vulnerabilidad a los depredadores, o, al contrario, propicia que los depredadores no puedan encontrar alimento.

Afectación en especies terrestres.

Los murciélagos y los búhos se guían por vibraciones para encontrar a sus presas, pero las ondas sin ritmo ni armonía les impiden concretar su objetivo. Cuando la contaminación en el campo sonoro es leve o intermitente se debe invertir un mayor esfuerzo en las actividades cotidianas, por lo que se vuelven organismos vulnerables desarrollando fatiga, teniendo alteraciones momentáneas en la conducta, e incluso cambios en la regulación del sistema nervioso central.

Afectación en aves migratorias.

Las aves cambian sus rutas migratorias, evadiendo las incidencias de ruido; esta modificación altera los sistemas ambientales, rompiendo ciclos de interacción estacional y simbiosis entre especies; teniendo como consecuencia la susceptibilidad de especies relacionadas con las aves migratorias, aunado a la disminución de ecosistemas viables para la reproducción pone en juego la supervivencia de al menos dos especies a la vez.

Afectación en especies marinas.

Las ballenas no pueden cuidar a sus crías, encontrar alimento ni buscar pareja con facilidad por la interrupción de ondas sonoras dentro de las corrientes marinas; en los últimos años ha aumentado la incidencia de ballenas varadas en playas y su población ha ido disminuyendo abruptamente.

 

 

Fuentes: