“Aumentar el número de vías de una autopista para reducir la congestión vial, es como aflojar el cinturón para resolver la obesidad”
-Lewis Mumfold, Sociólogo, historiador, filósofo de la tecnociencia, filólogo y urbanista estadounidense-.

 

Los vehículos automotores se han convertido en una herramienta fundamental en las ciudades debido a que los empleamos para gran variedad de actividades como lo son: transporte privado, transporte y repartición de comida, transporte de mercancías, publicidad, turismo, recolección de residuos, transporte de personal, etc. Derivado de esta necesidad el parque vehicular a nivel nacional ha ido creciendo constantemente. 

Figura 1. Crecimiento de Vehículos de motor registrados en circulación a nivel nacional.

Es por este uso extensivo que los impactos ambientales que genera el uso del vehículo se extienden a una amplia variedad de factores ambientales como son: calidad del aire, cambio climático, islas de calor, contaminación auditiva, necesidad de explotar bancos de materiales para la construcción de vialidades y recientemente, con la incorporación de nuevas baterías para los vehículos híbridos y eléctricos, aumento en los impactos derivados de la minería.

En cuanto al impacto ambiental que tiene el sector transporte en el cambio climático, en el año 2018 México presentó la actualización de su Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero, en el que se reportó que el país emitió 700 MtCO2equivalente, de las cuales el sector transporte fue responsable de 24.5%, lo que corresponde a 171 millones de ton de CO2 equivalente. De este porcentaje, el autotransporte fue el subsector que más aporto con el 93.34%.

Figura 2. Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero 2015.

Asimismo, en el último Programa de Gestión para Mejorar la Calidad del Aire (ProAire) para la Zona Metropolitana del Valle de México se declaró que: “Para el año 2018, el total de vehículos que circulaban en la ZMVM se estimó en 6 millones. De estos, 89.4% son vehículos particulares”. Esta cantidad de vehículos propicia que las fuentes móviles sean responsable de gran parte de la contaminación atmosférica en la Ciudad con porcentajes de:

Fórmula Contaminante Porcentaje
PM10 Material particulado respirable 39.6
PM2.5 Materia particulada 43
SO2 Óxido de Azufre 34.5
CO Monóxido de Carbono 94.6
NOx Óxido Nitroso 85.6
COV Compuestos Orgánicos Volátiles 22.2
NH3 Amoniaco 5.5

En el mismo orden de ideas, los impactos que los vehículos generan no son solo las emisiones de gases de efecto invernadero GEI y contaminantes criterio, sino que también generan impactos ambientales secundarios tan variables como la necesidad de carreteras, la extracción de materiales para su fabricación y terrenos para estacionamientos. Por otra parte, mientras más grande es una urbe, mayores son los tiempos de recorrido que mucha gente debe realizar para llegar a sus sitios de trabajo, estudio e inclusive de relajación.

Es por lo anterior que para desarrollar soluciones ligadas al transporte se requieren acciones transversales, que incluyan un marco legal adecuado, acciones de política pública, educación ambiental, eficiencia energética, desarrollo tecnológico, urbanismo, etc. No existe una respuesta única ni precisa que sirva para todas las ciudades; cada una de las urbes debe tomar las medidas necesaria que se adapten a su estilo de vida y funcionamiento. Sin embargo, esto no significa que no existan acciones de las que se ha comprobado su eficacia y para las cuales, es necesario se inviertan recursos para su desarrollo. Grandes ejemplos de este tipo de acciones son:

  • Construcción de líneas de metro.
  • Construcción de sistemas BRT con carriles exclusivos.
  • Incentivación del uso de la bicicleta.
  • Promover el mantenimiento de los vehículos.
  • Renovación del parque vehicular de recolección de residuos y de transporte público.

Para que los problemas ambientales derivados del uso de los vehículos se reduzcan es necesario ampliar las ofertas de transporte que una ciudad puede ofrecer. Sino existe un transporte público de calidad, con rutas eficientes, será complicado que los ciudadanos se bajen de sus vehículos. En la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, se ha realizado un esfuerzo significativo en ampliar los servicios de transporte, actualmente contamos con líneas del metro, sistema BRT (metrobus), Ecobici, teleférico en zonas de difícil acceso (cablebus), trolebús, etc.

Sin embargo la necesidad de la Ciudad de México de transportar no solo a sus habitantes sino a todas las personas que tienen sus fuentes de trabajo o estudio propician que estos esfuerzos no se vean reflejados en menores tiempos de traslado, se estima que de los 8.5 millones de habitantes diariamente se da servicio a un millón 720 mil, 145 personas adicionales, las cuales vienen de las entidades aledañas las cuales entre 39% y 47% tardan de una a dos horas en su traslado. Es por ello que además de rutas de transporte eficiente, barato y ecológico, es necesario que la política pública se enfoque en crear polos de desarrollo en diferentes zonas para reducir la necesidad de las personas de cruzar grandes distancias a diario.

Fuentes: