Encerrados en una burbuja con los asuntos cotidianos que nos preocupan y ocupan, la mayor parte del tiempo solemos ignorar el contexto en el que vivimos en el que a través de nuestras decisiones diarias generamos un efecto en las personas a nuestro alrededor, en la economía y en el ambiente del que somos parte. Por esta razón, tomar decisiones conscientes de sus implicaciones nos haría actuar con responsabilidad hacia nosotros mismos y con quienes coexistimos. Por esta razón ser proactivos e involucrarnos en los asuntos que nos afectan o benefician de forma colectiva es uno de los enfoques de la ciudadanía ambiental, pensando en global y actuando en local.

Por otro lado, el reconocimiento, valoración y uso adecuado de los recursos naturales, el agua entre los principales, son algunos de los aspectos relevantes a considerar para el fomento de una conciencia ambiental mediante la producción y aplicación de esquemas de educación ambiental que promuevan el reciclaje y la reutilización de materiales de embalaje, por ejemplo, así como hábitos de consumo ambiental responsable. De acuerdo a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) debido a la pandemia ocasionada por la ruptura del equilibrio entre las vidas silvestre y urbana, así como el calentamiento global, arengan por todos los medios el despertar de la conciencia ambiental y abogan por el respeto a los ecosistemas y la biodiversidad.

La conmemoración del Día Internacional de la Conciencia Ambiental se realiza a partir del fallecimiento en 1993 de siete habitantes de la ciudad de Avellaneda, Argentina, debido a intoxicación por inhalar gas cianhídrico, producto del estancamiento y mezcla de ácido sulfúrico y sales de cianuro que algunos vecinos vertieron, como residuos industriales, al desagüe de esa región de Buenos Aires. Para prevenir situaciones similares en nuestro país, contamos con el Inventario Nacional de Sustancias Químicas actualizado en por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), con un sistema de consultas de 5,852 sustancias que se comercializan, producen e importan. Además, debemos ser conscientes de que uno de los aspectos que más deteriora la naturaleza es la deforestación, la contaminación del aire y del agua y el calentamiento global, que son consecuencia del estilo de vida que impera en nuestra sociedad. 

 

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