Las leguminosas representan la base principal de la alimentación de los seres humanos durante su existencia, siendo las Legumbres las semillas comestibles de estas plantas que se cultivan tanto para consumo humano como animal. Quizás la más reconocibles y consumidas de estas semillas son los frijoles (Phaseolus y Vigna), los garbanzos y los chícharos, existiendo en diversas variedades más en todo el mundo que aportan grandes beneficios que contribuyen a la seguridad alimentaria, la nutrición, la salud, el cambio climático y la biodiversidad. En México el frijol es un alimento básico y de los que se deriva una rica gastronomía, al contar con más de 70 variedades entre negros, amarillos, blancos, morados, bayos, pintos y moteados, representa el 2% del valor de la producción agrícola del país y Zacatecas es el principal productor con una participación de 305 mil toneladas.

Contribuyen en gran medida en aumentar la Resiliencia, conocida como la capacidad de reponerse ante situaciones adversas incrementadas y aceleradas ante un contexto de cambio climático, de los sistemas de cultivo y permiten a los agricultores llevar una vida mejor en entornos donde escasea el agua, al contar con una Huella hídrica baja en comparación de otros productos de esta actividad, pueden tolerar mejor las sequías y los fenómenos naturales en comparación con otros cultivos alimentarios. Por esta razón son un elemento valioso a considerar para la adaptación y la mitigación de los efectos de este fenómeno mundial. Al incorporar las legumbres en diversos sistemas de cultivo (agroforestales, intercalado o integrados) puede ayudar a fortalecer la resiliencia de los medios de vida agrícolas y mejorar la productividad de los suelos.

La celebración del Día Mundial de las Legumbres cada 10 de febrero representa la oportunidad para sensibilizar a la opinión pública y los consumidores sobre las legumbres y el papel fundamental que desempeñan en la transformación hacia unos sistemas agroalimentarios más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles con la meta de obtener una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor. Conmemoración proclamada a raíz del éxito cosechado con el Año Internacional de las Legumbres en 2016, promovida por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

 

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