“Nuestra salud depende completamente de la salud de las especies con las que convivimos en la Tierra.”
-Harrison Ford, actor estadounidense.

 

El número total de especies conocidas en México es de 64 878 aproximadamente; se han identificado 26 mil especies de plantas, 707 de reptiles y 439 de mamíferos. Estas cifras, comparadas con otros países en el plano mundial, lo colocan como un país megadiverso, ya que presentó al menos 10% de la diversidad terrestre del planeta (Mittermeier y Goettsch, 1992). Ocupa el quinto puesto entre los 12 países megadiversos del mundo, y comparte el privilegio de contar con litorales en dos océanos, el Pacífico y el Atlántico.

Debido a su ubicación geográfica y a su diverso relieve, contamos con una gran diversidad de ecosistemas, que van desde lo más alto de las montañas hasta los mares profundos, pasando por desiertos y arrecifes de coral, bosques nublados y lagunas costeras.

Para ser precisos nuestro país cuenta con 13 ecosistemas:

  • Bosques nublados.
  • Bosques templados.
  • Matorrales.
  • Pastizales.
  • Selvas húmedas.
  • Selvas secas.
  • Dunas costeras.
  • Manglares.
  • Playas de arenas y rocosas.
  • Islas.
  • Arrecifes.
  • Bosques de macroalgas.
  • Praderas de pastos marinos.

Actualmente el mundo entero atraviesa una fase de crisis debido a la pérdida de biodiversidad. En México, han desaparecido varias especies de peces de agua dulce como el Cachorrito Potosí (Cyprinodon alvarezi) y el Cachorrito Trinidad (Cyprinodon inmemoriam) de Nuevo León; algunas aves restringidas a islas como la Paloma de la Isla Socorro (Zenaida graysoni) y el Paíño de la Isla Guadalupe (Oceanodroma macrodactyla); y algunos mamíferos grandes como la Foca monje del Caribe (Monachus tropicalis), el Oso pardo (Ursus arctos horribilis) y el Lobo mexicano (Canis lupus baileyi) del norte y centro de México (CONABIO, 2019).

 

¿Por qué perdemos nuestra biodiversidad?

La disminución y deterioro de los hábitats, la sobreexplotación y el cambio climático son las principales causas de pérdida de biodiversidad en México. Al transformar ecosistemas enteros en carreteras y zonas urbanas destruimos el hábitat de miles de especies.

Las últimas estimaciones señalan se ha perdido alrededor del 50% de los ecosistemas naturales. Las principales transformaciones se han llevado a cabo en las selvas húmedas y secas, pastizales, bosques nublados y los manglares y en menor grado en matorrales y bosques templados. Muchas veces la transformación no es completa pero existe deterioro de la composición, estructura o función de los ecosistemas. La sobreexplotación, es decir, la extracción de una tasa mayor que la que puede ser sostenida por la capacidad reproductiva natural de la población que se está aprovechando, es otra de las causas.

Finalmente, el cambio climático a menudo se relaciona con cambios en los patrones regionales de clima. Este problema implica el incremento de bióxido de carbono, lo cual produce alteraciones regionales como El Niño, y efectos como la desertización.

 

¿Qué podemos hacer?

Nuestra cultura y educación ha avanzado a la par de la biodiversidad, nuestro bienestar y calidad de vida dependen de ella. Por eso podemos afirmar que ésta no sólo es importante para los seres humanos, sino que es esencial para la vida del planeta, por lo que debemos tratar de preservarla.

El primer paso es informarte sobre las especies y ecosistemas locales, sobre las causas de la pérdida de la biodiversidad, piensa en tus actividades diarias y cómo puedes reducir tu huella ecológica.

La diversidad biológica que alberga México enfrenta grandes retos para su conservación y protección. La Estrategia Nacional sobre Biodiversidad de México (ENBioMex) y Plan de Acción 2016-2030 es un documento guía que presenta los principales elementos para conservar, restaurar y manejar sustentablemente la biodiversidad y los servicios que provee en el corto, mediano y largo plazo (CONABIO, 2020).

Estas acciones constan de 6 principios para que se ejerzan de manera fluida:

  • Conocimiento: ser consciente de la diversidad local.
  • Educación, comunicación y cultura ambiental: participa en la conservación del ambiente.
  • Conservación y restauración: impulsa el comercio local y orgánico.
  • Atención a los factores de presión: reduce tu generación de residuos.
  • Uso y manejo sustentable: reduce tu huella ecológica.
  • Integración y gobernanza: suma esfuerzos en favor de la naturaleza.

 

 

Fuentes: