El automóvil se ha convertido actualmente en una de las fuentes contaminantes más importantes para las ciudades, en México representa una de sus principales causas al contribuir con el 16.2% de la emisión de gases de efecto invernadero, en su mayoría, por viajes en transporte individual motorizado. De acuerdo a la UNAM, en la Zona Metropolitana del Valle de México las emisiones generadas por vehículos, representan hasta un 60% de la contaminación total por partículas suspendidas gruesas (PM-10). La emisión de gases de efecto invernadero y partículas por la combustión interna de los vehículos se concentra principalmente en el monóxido de carbono (CO), el bióxido de carbono (CO2) y los óxidos nitrosos (NOx).

Además de contribuir al efecto invernadero y el cambio climático, presentan cada vez más efectos en la salud de las personas por la mala calidad del aire. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren en nuestro país 14,700 personas a causa de enfermedades asociadas a la contaminación del aire. Por otro lado, el uso del automóvil implica la extracción de recursos no renovables como el petróleo para la producción de hidrocarburos, que representa una de las fuentes y energías basadas en combustibles fósiles con mayor impacto para la salud de los ecosistemas y el hábitat de las especies. Según el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático INECC, los procesos de refinación y de petroquímica son las etapas de producción con mayor impacto al entorno natural, debido a la magnitud y variedad de sustancias que maneja en sus procesos industriales.

La conmemoración del Día Mundial Sin Auto se realiza cada 22 de septiembre, por iniciativa de algunos países europeos por el desabasto en las reservas del petróleo, lo que trajo consigo la reducción en la producción de gasolinas en los años setentas, más tarde en 1990 la Comisión Europea adoptó esta iniciativa para tomar conciencia del verdadero uso que se le debe dar a este medio de transporte, ya que generalmente las personas suelen desplazarse cómodamente en su coche aún en distancias cortas, aumentando el tráfico, el caos y la contaminación del aire.