El Control Biológico representa la producción y liberación en masa de agentes considerados enemigos naturales, como parasitoides e insectos depredadores, para combatir a los insectos causantes de plagas difíciles de controlar de manera permisible para el equilibrio ecológico, el ambiente, la producción agrícola y la salud de los seres humanos. De acuerdo al Organismo Internacional de Energía Atómica IAEA (por sus siglas en ingles) el control biológico aumentativo, que consiste en la liberación suplementaria de enemigos naturales de los insectos causantes de plagas, puede complementar la Técnica de los Insectos Estériles (TIE) en los programas de gestión integrada zonal de plagas. 

En varios estados de nuestro país se ha combinado el uso de parasitoides con la aplicación de la TIE para combatir por ejemplo a las poblaciones de la mosca mexicana de la fruta y la mosca de la fruta de las Indias Occidentales. Ambos agentes se liberan simultáneamente para atacar con parasitoides a las larvas de la mosca de la fruta que la infestan y con adultos esterilizados a los adultos silvestres, a fin de evitar que la población silvestre se reproduzca. En la agricultura la implementación de esta biotecnología es muy significativa, pues al ser una tecnología cien por ciento natural no impacta negativamente al medio ambiente y protege la salud pública; caso contrario con los plaguicidas que no terminan en su totalidad con las plagas, pero, colateralmente, matan a los organismos benéficos de los cultivos que se encuentran en la tierra e infectan al producto.

Cada 18 de febrero se celebra el Día Internacional del Control Biológico , promovida por la Organización Internacional de lucha Biológica (OILB), con el objetivo de velar por la disminución de la utilización de pesticidas, fertilizantes y otros químicos, con los que se suele tratar muchos cultivos y zonas agrícolas alrededor del mundo. Resulta sumamente importante, pues es necesario que las autoridades en los diferentes países del planeta propicien el cuidado de las cosechas, la producción agrícola y la sostenibilidad de los recursos naturales, con miras a disminuir el impacto negativo en el ambiente y en la salud de la población mundial.